Su intervención se dividió en dos partes bien diferenciadas: Disfunción mitocondrial y estrés oxidativo en neurodegeneración y compuestos de origen natural como agentes neuroprotectores. Después de hacer un repaso histórico se refiere a los radicales l...
sesión, del, 02-06-2011, ·, mª, pilar, gómez-serranillos
Su intervención se dividió en dos partes bien diferenciadas: Disfunción mitocondrial y estrés oxidativo en neurodegeneración y compuestos de origen natural como agentes neuroprotectores. Después de hacer un repaso histórico se refiere a los radicales libres como agentes principales causantes del envejecimiento y parafraseando al D. Harman comenta que "Las oxidaciones incontroladas que derivan de una pequeña insuficiencia en el sistema de defensa antioxidante podría ser un factor crucial en el proceso de envejecimiento y en la duración de la vida". En el caso de los mamíferos el desarrollo de un sistema antioxidante hace que se pueda prevenir el daño oxidativo. Para poder paliar este efecto es necesario conocer los mecanismos por los que se produce este daño. Así el ataque de radicales libres produce daños en ADN, proteínas y lípidos lo que contribuye al envejecimiento y neurodegeneración. A continuación se refirió al sistema antioxidante de las mitocondrias y la estrecha relación entre los cambios en dicho sistema con el daño cerebral y las enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, Parkinson o Corea de Hungtinton. En la segunda parte de su intervención habló de compuestos de origen natural como agentes neuroprotectores. En primer lugar se refirió a la capacidad antioxidante de los polifenoles, relacionando esta capacidad con las estructuras moleculares. A continuación, repasó las capacidades neuroprotectoras de diferentes especies vegetales, comenzando por la primera que se utilizó para este propósito, Gingko biloba. Explicó como se ha comprobado que el extracto de Gingko biloba atenúa el estrés oxidativo inducido por doxorrubicina, mejora la fosforilación oxidativa y disminuye la secreción del péptido beta amiloide en diferentes líneas celulares de origen nervioso. También expuso las interesantes propiedades neuroprotectoras de la planta del té (Camelia sinensis), y su papel como protector de la integridad mitocondrial. Su equipo de investigación ha realizado un exhaustivo estudio fitoquímico en Sideritis spp., descubriendo como algunos de sus constituyentes químicos -Andalusol, Lagascatriol y Conchitriol- tienen capacidad para revertir los daños tóxicos provocados así como para aumentar la capacidad antioxidante en una línea celular de astrocitos. Por otra parte, de acuerdo con los ensayos de permeabilidad sobre la línea celular ECV304/C6, las tres sustancias son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica si bien una pequeña cantidad queda retenida. Estos resultados permiten confirmar su actividad neuroprotectora.