Guillermo Tena, fue entronizado en nuestra Academia el 18 de febrero de 1987, ocupando la medalla nº 18, que perteneció anteriormente al Profesor Guillermo Folch Jou, siendo su primer portador D. Luis Blas y Álvarez. Aquella medalla fue instituida el 6... [Móvil]
Móvil, sesión, del, 17-05-2012, ·, antonio, l, doadrio
Guillermo Tena, fue entronizado en nuestra Academia el 18 de febrero de 1987, ocupando la medalla nº 18, que perteneció anteriormente al Profesor Guillermo Folch Jou, siendo su primer portador D. Luis Blas y Álvarez. Aquella medalla fue instituida el 6 de enero de 1932, con el nacimiento de la Academia Nacional de Farmacia y desde entonces ha pertenecido al turno de Farmacia. Fue pues, el tercero y de momento, el último que ostentó dicha medalla, ocupando el nº 89 del escalafón. La propuesta de su candidatura, fue cumplimentada por los Académicos D. Manuel Lora Tamayo, D. Manuel Jáuregui González y D. Emilio Fernández Galiano; este último fue designado por la Academia para contestar a su discurso de recepción. El discurso de entrada de Guillermo Tena versó sobre: La investigación química toxicológica y de medicina legal en los Laboratorios Forenses en España, tema en el que era un experto, ya que entre otros cargos, ocupó el de Director General del Instituto de Toxicología y era miembro de numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales de Medicina Legal y Toxicología. Una vez tomada posesión de su medalla, quedó adscrito a la sección 4ª, de Higiene y Sanidad y contribuyó a las tareas de la Academia. Dirigió un curso de doctorado durante el año 1990, titulado: La investigación Química-Toxicológica y de Medicina Legal en el momento actual, coordinado por el Instituto de España y el de Investigación forense en 1991. Coordinó junto al Dr. Domingo Espinós en 1991, el seminario sobre La Iatrogenia vista desde la vertiente farmacéutica y la vertiente médica, organizada por su sección 4ª de Higiene y Sanidad. El curso académico de 1992, fue el de su mayor actividad. Empezó con la lectura al discurso de apertura del curso 1992 de la RANF, titulado Sistema Nervioso Central, que fue redactado por el Excmo. Sr. D. Alfredo Carrato Ibáñez, pero que por una súbita afección faríngea no pudo llevar a efecto su preceptiva lectura. Coordinó un curso de Toxicología Forense del 7 al 14 de noviembre, en el que intervinieron sucesivamente los Dres. Repetto Jiménez, Gómez Fernández, Ramas Sánchez, Lora Tamayo, el propio Tena, Gascó Alberich y Sancho Ruiz y también lo hizo en una de las Sesiones de la I Reunión de Academias Europeas, celebrada poco después, durante los días 19 al 21 de noviembre en el Instituto de España, y que fuera inaugurada por sus Majestades los Reyes de España. Ese mismo año de 1992, ocupó el cargo de vicedirector, por fallecimiento del Dr. Enrique Otero, cumpliendo el turno reglamentario y no presentándose a la reelección. El día 4 de febrero de 1993, presenta como académico correspondiente al Prof. Jesús Cabo Torres, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y el 22 de junio de 2001 hace lo propio con el académico correspondiente extranjero Prof. Belá Lukats de la Universidad de Semmelweis de Budapest. Intervino el 7 de abril de 2005 en la Sesión Necrológica en Memoria del Excmo. Sr. D. Domingo Espinós Pérez, donde nos habló del Perfil humano de Domingo Espinós. Nos deleitó como autor, escribiendo el libro titulado Farmacia y Arte, que fue editado por la Fundación José Casares Gil, con el nº 5 de la colección Lecturas Singulares. Fue uno de los académicos de asistencia habitual a las sesiones científicas, donde además nos impartió excelentes conferencias, como la de Goya y su enfermedad, el 4 de marzo de 2004 y La Farmacia y el Arte, el 17 de mayo de 2007, la que fuera su última intervención, ya que por su debilitada salud, pidió su pase a la situación de supernumerario a petición propia, el 17 de junio de 2007, en un acto de ejemplar generosidad sin precedentes en esta Academia. La Academia fue respetuosa con su decisión y el 17 de enero de 2008, dentro de los actos de inauguración del curso académico de la RANF, le rindió un sentido y merecido homenaje, imponiéndole la medalla de académico supernumerario. Se nos fue un querido y ejemplar académico. Nos queda su recuerdo, que no es poco. En el recuerdo está el amor y en la inteligencia no cabe el olvido. Nunca te olvidaremos, querido Guillermo.